Los suelos de las pistas deportivas están diseñados para ofrecer seguridad, confort y un rendimiento óptimo a los atletas. Dependiendo del deporte, se utilizan materiales como el césped artificial, madera, hormigón o pavimentos sintéticos como el poliuretano o el caucho.
Estos suelos deben ser antideslizantes, absorber impactos para reducir lesiones y ofrecer una buena tracción. Además, es importante que sean resistentes al desgaste, soporten condiciones climáticas extremas en exteriores y ofrezcan un mantenimiento sencillo para garantizar una superficie uniforme y duradera en el tiempo.